Jenny Boot: la fotógrafa que pinta con la cámara

No es la primera a la que le ha pasado. Jenny Boot, fotógrafa holandesa nacida en 1969, fue pintora antes que fotógrafa. Pero llegó el día en que Jenny Boot descubrió que los sentimientos que quería expresar eran más fácilmente expresables a través de la fotografía. Fue entonces cuando se inició en la fotografía artística en la Fotoacademie de Groningen. Allí le enseñaron la técnica fotográfica y allí dio sus primeros pasos en busca de su propia identidad como artista.

Tras dos años de estudios en la Academia de Fotografía de Groningen, Jenny Boot abandonó sus estudios para seguir buscando su camino. Finalmente, convencida del peso que para ella tenía la fotografía, volvió a matricularse, esta vez en la Fotoacademie de Amsterdam. Fue ahí donde completó sus estudios.

Si hay un aspecto que desempeña una función capital en la fotografía de Jenny Boot ése es la luz. Para Jenny Boot, más allá de la belleza de lo que se está fotografiando, es la luz lo que hace que una fotografía triunfe o fracase. Gracias al uso de la luz, Jenny Boot consigue crear una imagen fotográfica de innegables resonancias pictóricas. En cierto modo, lo que Jenny Boot hace al fotografiar es mezclar las dos pasiones artísticas de su vida, la pintura y la fotografía, utilizando los recursos expresivos de la segunda.

Jenny Boot escoge preferentemente como protagonistas de sus fotografías a mujeres que, de una manera u otra, expresan personalidades de marcada sensualidad, poderosas y atrayentes. En ocasiones, esas modelos te miran directamente a los ojos en un intento claro de seducción. En otras, muestran una morbosa e inquietante vulnerabilidad.

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Clasicismo con toques fetichistas

En los retratos fotográficos de Jenny Boot se mezclan de manera magistral lo clásico con lo moderno. La fotografía retratista de Boot bebe de la fuente del clasicismo pictórico holandés. Al igual que los grandes retratistas del siglo XVII, Jenny Boot se sirve de la luz en ángulo y de cómo juega ésta con las sombras para retratar a mujeres que visten ropajes sombríos que resaltan sobre fondos oscuros y lisos. En principio, cualquiera de esos retratos hubiera hecho las delicias estéticas de un calvinista de manual. Pero Jenny Boot siempre tiene un algo que incluir en la fotografía que haría que un calvinista de manual se llevara las manos a la cabeza. En Sanne, por ejemplo, la fotografía que sigue a este párrafo, ese algo es un cigarrillo colgando de los labios y una gorguera o lechuguillo (ésos son los nombres de ese cuello rígido que se usaba en Europa occidental entre los siglos XVI y XVII y que luce la modelo de la fotografía) hecho de cigarrillos.

Grandiosa retratista, Jenny Boot posee un estilo ecléctico e impactante en el que se entremezclan el retrato, la moda y otras influencias más libres y experimentadoras. Boot, fotógrafa original y de unas obras tan personales como reconocibles, crea composiciones que, cercanas al sadomasoquismo y al transformismo, poseen una extraña carga erótica. En la fotografía erótica de Jenny Boot se puede contemplar una estética de resonancias fetichistas que no hace sino resaltar las cualidades de unas modelos que, comúnmente, proyectan una imagen moderna y muy sexy, una imagen de mujeres seductoramente fatales, peligrosas, mujeres en las que se intuye una marcada personalidad y una dureza muy atractiva.

El mundo con el que se encuentra quien visiona una fotografía de Jenny Boot es un mundo oscuro, un universo que parece extraído de un escenario cinematográfica y en el que lo picante se mezcla con lo siniestro dejando en el espectador un poso de inquietud.

Veamos algunas de las fotografías eróticas de Jenny Boot más impactantes y disfrutemos del erotismo un poco siniestro de esta maravillosa fotógrafa holandesa. Si deseas conocer más en profundidad la obra fotográfica de Jenny Boot puedes hacerlo visitando su página web, su página de Facebook y sus publicaciones en Youtube.