Sexo real en el cine

Uno de los primeros mandamientos que debe cumplir una obra narrativa (y una película, por regla general, lo es) es el de la verosimilitud. Lo que se cuenta, no importa si es cierto o no, debe poseer apariencia de verdad. En ese sentido, el realismo es, de entre todas las corrientes artísticas, el más apegado al concepto de verosimilitud, el que más desea narrar historias que conviertan la apariencia de realidad en uno de sus valores más preciados. El realismo marcó en su momento la historia de la literatura y la pintura y, llegado el siglo XX, marcó en buena medida la historia del cine. De la misma manera que autores como Tolstói, Flaubert, Stendhal, Galdós o Dickens escribieron novelas que pretendían ser un trasunto de la realidad, pintores como Gustave Coubert, Jules Dupré, Vasili Perov, Edward Hopper, David Parrish o Antonio López quisieron convertir sus cuadros en representaciones verosímiles y, en el caso de los hiperrealistas, en calcos casi perfectos de personajes, situaciones y objetos habitualmente de la vida cotidiana. Llegado el séptimo arte, los cineastas intentaron, también, inyectar la mayor cantidad de realismo a sus creaciones. Por eso en algún momento de la historia del cine hubo algún director que incluyó en alguna de sus películas un combate de verdad y por eso también hay directores que no han podido resistir a la tentación de incluir en alguna de sus creaciones una escena de sexo real.

Bien sea por su afán de realismo, bien por la intención de utilizar las escenas de sexo real como señuelo que atrajera al público a las salas de cine para contemplar la obra en cuestión, lo cierto es que son varios los casos que podemos encontrar en la historia del cine en que podemos encontrar películas en las que las escenas hot que se contemplan son escenas absolutamente reales. En este artículo vamos a realizar un listado de siete de esas películas (una para cada día de la semana) que, en mayor o menor medida, se han hecho famosas por contener en su metraje alguna escena de sexo real.

Amenaza en la sombra (Nicolas Roeg, 1973)

¿Lo hicieron en verdad o no lo hicieron? ¿La tórrida escena protagonizada por Donald Sutherland y Julie Christie en este film de terror psicológico coproducido por Italia y el Reino Unido era una escena de sexo real? Durante mucho tiempo se debatió sobre ello. Y las últimas palabras que Christie ha dedicado a hablar de la famosa escena parecen, veladamente, confirmar que, en efecto, la escena fue una escena de sexo real. La británica elegancia de esta mujer parece dejarlo entrever. Sutherland, tan caballeroso como misterioso, ni confirma ni desmiente.

Calígula (Tinto Brass, 1979)

La culpa fue de Penthouse. Ella era la productora y ella la que realizó un doble rodaje. Por un lado actuaban actores de la talla de Malcolm McDowell, Helen Mirren y Peter O’Toole. Por el otro, actores y actrices porno. Los primeros rodaban las escenas “series”. Los segundos, las escenas de sexo real que fueron insertadas a posteriori en el metraje del film. Así, hoy existen dos versiones de Calígula, la light y la hard. En la segunda, como se puede imaginar, se recogen un mayor número de orgías. Y se contemplan con mayor lujo de detalles.

The Brown Bunny (Vincent Gallo, 2003)

Los hay listos. Vincent Gallo, el inquietante pintor, músico, actor y modelo estadounidense, impulsó el rodaje de un film del que debía ser director y protagonista con un único objetivo: que la actriz Chloe Sevigny, que entonces era su pareja, le realizara una felación. Y lo consiguió. Chloe se la chupó a Vincent hasta el final. Y la escena ha quedado para la historia de las películas que incluyen en su metraje alguna escena de sexo real.

Sin límites (Paul Morrison, 2008)

“Eso fingido no sale”. Esto fue lo que pensó Robert Pattinson cuando supo que debía simular una masturbación mientras interpretaba al genial pintor Salvador Dalí en Sin límites, una película con la que se pretendía poner el foco sobre las relaciones del pintor ampurdanés con el poeta granadino Federico García Lorca. En la escena no se contempla ninguna parte comprometida de la anatomía de Pattinson, pero sí se contempla la que, al parecer, es su cara de orgasmo.

Canino (Giorgos Lanthimos, 2009)

Contemplar un cunnilingus es algo que está a la orden del día en el cine porno, pero… ¿y en el cine calificado como “serio”? Giorgios Lanthimos, director griego, inscribió su nombre en el listado de los directores que han incluido alguna escena de sexo real en alguna de sus películas cuando rodó Canino. Canino muestra escenas de sexo explícito entre Aggeliki Papoulia y Mary Tsoni. En Canino confluían tres provocaciones para los más pacatos y pacatas. La primera: el que fueran escenas de sexo real. La segunda: el que dichas escenas fueran de carácter lésbico. La tercera: que lo representado hiciera referencia a un incesto.

Nymphomaniac (Lars von Trier, 2013)

Lars von Trier, especializado en la filmación de películas polémicas, tocó la cima con Nymphomaniac. Sexo real en una película en la que, según se ve, Shia Labeouf y Stace Martin se dieron un buen homenaje. Cuando la película fue lanzada al mercado se dijo que las escenas eran falsas y que los cuerpos pertenecían a actores porno. Los rostros de Labeouf y Martin, se decía, habían sido insertadas mediante ordenador. Labeouf, sin embargo, dijo no hace demasiado tiempo que las escenas de sexo que aparecen en Nymphomaniac son escenas de sexo real. ¿Tenía razón Labeouf cuando se anotó el mérito (porque así debe considerarse) de haber mantenido relaciones íntimas con la inquietantemente sensual Stace Martin?

Love (Gaspar Noé, 2015)

Gaspar Noé, guionista y director de cine argentino radicado en Francia, firmó en 2015 este film que fue emitido como pornográfico por la mayor parte de las salas de cine. Las escenas de sexo de Love son absolutamente reales. ¿Qué escenas de sexo real podemos contemplar en este drama erótico de Noé? Todas las que puedas imaginar. Una eyaculación a cámara, por ejemplo. Además, Noé decidió grabar esta película con escenas de sexo real en 3D. Karl Glusman y Aomi Muyock, los protagonistas de la película de Noé, se dieron un buen atracón de sexo gracias al guión de Gaspar Noé.