La censura y el porno

En este blog ya hemos hablado en alguna ocasión de Erika Lust. Esta sueca exestudiante de Ciencias Políticas y directora de cine porno residente en Barcelona es una figura fundamental en el desarrollo de lo que se conoce como porno femenino, un tipo de producto pornográfico que lucha por conceder a la mujer un rol diferente al que se le concede en el porno mainstream.

Al fundar su propia productora cinematográfica, lo que Erika Lust pretendía era grabar un producto que, mezclando la sensualidad y el erotismo, pudiera mostrar situaciones más reales y personajes más complejos y elaborados que los que suelen mostrarse en el porno tradicional. Erika Lust ha grabado desde 2004 un buen puñado de películas (Ellas, The Good Girl; Live, Lost, Lust o Cabaret Desire son algunas de ellas). Su obra cinematográfica le ha permitido ganar más de una veintena de premios en festivales eróticos de todo el mundo.

Su proyecto más famoso, sin embargo, es XConfessions. A raíz de la creación de la página web xconfessions.com Erika Lust empezó a coleccionar historias eróticas llegadas de todo el mundo. La selección de las mejores de esas historias para realizar con ellas cortometrajes porno es la base de un proyecto que sirve sin duda para conocer las inquietudes sexuales y los gustos personales de los seres humanos.

Será precisamente una colección de los cortometrajes nacidos del proyecto XConfessions los que servirán para inaugurar el ciclo Les escletxes de la censura (Las grietas de la censura) que la Filmoteca de Catalunya dedicará entre el 1 de julio y el 31 de agosto a diferentes películas de contenido erótico que, rodadas entre los años 30 y los 70, por un motivo u otro tuvieron algún tipo de problema con la censura.

En algunos casos, las películas seleccionadas nacieron marcadas por la huella indeleble de la autocensura. Ésta fue en gran parte fruto de la aplicación de lo que se conoce como Código Hays, un código de producción cinematográfico que estuvo vigente en Estados Unidos entre 1934 y 1967 y que determinaba lo que se podía y no ser podía ver en pantalla.

La aplicación estricta del Código Hays hizo que, durante muchos años, muchas películas europeas no pudieran exhibirse en las salas norteamericanas. Los principios generales del Código Hays señalaban que no se autorizaba ningún film que pueda rebajar el nivel moral de los espectadores haciéndole tomar partido por el mal, el crimen o el pecado. Los films tampoco podían ridiculizar la ley y los modos de vida descritos en ellos debían ser siempre correctos. La pasión erótica, pues, debía ser expuesta de manera que no despertara “emociones viles o groseras” y los besos y abrazos debían estar desprovistos de todo exceso de lascivia y de poses o gestos demasiado sugestivos. El Código Hays tampoco permitía en caso alguno el desnudo completo ni que se marcaran los genitales bajo la ropa o se mostrara el vello femenino (tampoco de la axila). Por no mostrar, las actrices no podían mostrar ni el ombligo.

En algunos casos, la censura sufrida por las películas fue una censura directamente ejercida sobre la obra cinematográfica por los órganos censores de regímenes dictatoriales, democráticos o revolucionarios. Besos y caricias entre personas del mismo sexo o de razas diferentes desaparecían como por encanto de las películas gracias a la tarea implacable de las tijeras.

Programación del ciclo

Este ciclo de cine erótico y censura que se inicia mañana mismo en La Filmoteca de Catalunya (Plaça de Salvador Seguí, 1-9) está formado por un total de 39 títulos. Entre todos ellos destacan los siguientes:

  • Noies d’uniforme (Chicas de uniforme, 1931), de Leontine Sagan y Carl Froelich. Durante el inicio de los años 20, una adolescente, Manuela, es enviada a un pensionado femenino en Postdam destinado a las hijas de los oficiales. El centro impone una férrea e insoportable disciplina.
  • El diable és una dona (El diablo es mujer, 1935), de Josef von Sternberg. Esta película es una adaptación de la novela de Pierre Louys La mujer y el pelele. Esta misma novela serviría años después para que Luis Buñuel rodara Ese oscuro objeto del deseo. En la versión de Buñuel, una joven Ángela Molina desempeña el papel de mujer fatal. En la adaptación de los años 30 elegida por La Filmoteca, la mujer fatal es nada más y nada menos que una diva mítica de la historia del cine: Marlene Dietrich. Esta película fue censurada por el gobierno de la República del Bienio Negro.
  • El buf al cor (El soplo al corazón, 1971). Le souffle au coeur es uno de los grandes filmes de Louis Malle. El paso de la infancia a la adolescencia de un joven en la Francia de 1954 sirve a Malle para dinamitar la falsa moral de la hipócrita burguesía francesa.
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  • La trampa (1915), de Cecil B. De Mille. Una de las películas pioneras del cine erótico. En ella se nos cuenta la historia de una mujer americana que promete entregarse sexualmente a un banquero japonés si éste le deja dinero para esconder un desfalco.
  • Baby Doll (1956), de Elia Kazan. Esta película tardó 26 años en estrenarse en los cines de España. ¿El motivo? Su carga erótica. Dos obras cortas de Tennessee Williams sirvieron de base para el guión de este film.
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  • De sobte, el darrer estiu (De repente, el último verano; 1959), de Joseph L. Mankiewicz. Tennessee Williams es, también, el autor principal de un guión en el que intervino también Gore Vidal. Katherine Hepburn, Elizabeth Taylor y Montgomery Clift protagonizan este clásico en el que el tema de la homosexualidad y el crimen tienen un papel protagonista. En España sólo pudo estrenarse veinte años después de su estreno en Estados Unidos.
  • de repente el ultimo verano

  • Saló o los 120 días de Sodoma (1975), de Pier Paolo Pasolini. Basada en la obra Los 120 días de Sodoma, esta película estaba llamada a ser la primera de una trilogía. El asesinato de Pasolini a inicios de noviembre del mismo año en que esta película se estrenó impidió que se rodaran las otras dos.
  • salo

Dentro del ciclo Les escletxes de la censura se proyectará también, en diferentes fechas, el documental A history of the blue movie (Historia del cine porno). Alex de Renzy, historiador, explica en este documental el arte de las primeras películas porno.