El pasado sábado 6 de junio se inauguró en el Museu Arqueològic d’Empúries la exposición “El sexo en la época romana”.

La exposición, que ha sido organizada por Arqueoxarxa, una asociación que agrupa a los principales museos arqueológicos y yacimientos museizados de Catalunya, y que ha sido dirigida y coordinada por el museo de Badalona, reúne unos 80 objetos de cerámica ática y algunas pinturas muy explícitas. Todos estos objetos y pinturas han sido aportados por diferentes museos de arqueología catalanes y por algunos coleccionistas privados y podrán contemplarse en el museo de Empúries hasta el próximo 6 de septiembre.

Esta exposición, que nace con la voluntad de plasmar cómo se entendía la sexualidad en la época romana y que intenta mostrar el tipo de relaciones sexuales que se mantenía tanto fuera como dentro del matrimonio en la época romana, intenta abarcar un amplísimo período histórico: el que va desde los tiempos de la República romana hasta prácticamente el fin del Imperio, en el siglo IV después de C.

La exposición “El sexo en la época romana” intenta plasmar cinco ámbitos.

El primero de ellos, “Sexo y matrimonio”, está centrado en las relaciones que hombres y mujeres mantenían dentro del matrimonio. Estas relaciones fueron variando a lo largo de todos esos siglos y la exposición intenta reflejar esa variación y también la influencia que diferentes corrientes filosóficas como el estoicismo y el epicureísmo tuvieron en los modos de entender la sexualidad de los hombres y mujeres romanos.

“Sexo, seducción y belleza” es el título que los organizadores de la exposición han dado al segundo ámbito que la misma quiere mostrar a los visitantes. Los modelos de belleza imperantes en la época y los recursos que en aquellos tiempos se empleaban con fines seductores forman el contenido principal de este ámbito de la exposición “El sexo en la época romana”.

Las prácticas sexuales en sí y las prácticas sexuales fuera del matrimonio son otros de los dos ámbitos mostrados por la exposición. En el primero de ellos se plasma qué prácticas eran las más habituales dentro del matrimonio. En el segundo, lo que las personas buscaban fuera de él. En este segundo grupo de prácticas habría que incluir las numerosas relaciones con personas del mismo sexo y las que se mantenían mediante el contacto más o menos constante con el mundo de la prostitución.

El último ámbito plasmado en la exposición lleva como título “Los hombres en el mundo de los dioses”. En esta sección de la muestra se quiere especificar algo que, en la civilización romana, es fundamental: la vida humana y la vida de los dioses tenían muchos puntos de contacto y eran muy semejantes. Una manera de justificar la sexualidad humana era echar un vistazo a la sexualidad de los dioses. Las conexiones entre una sexualidad y otra es lo que la muestra desea hacer patente.

Para contextualizar las piezas expuestas (que pertenecen al orden público y al privado, que pueden formar parte de algún ritual de tipo religioso o pueden ser elementos de la vida cotidiana) los organizadores de la exposición “El sexo en la época romana” han buscado citas de autores como Séneca, Plauto, Suetonio u Ovidio.